La hija de un héroe de Malvinas jujeño espera por horas la llegada de la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel. Se trata de Jaquelina Graciela Diaz que está empeñada en cumplir la última voluntad de su padre y para ello espera que la funcionaria, que también es hija de un héroe de Malvinas, la ayude a concretar este deseo.
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La hija de un héroe de Malvinas jujeño espera por horas la llegada de la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel. Se trata de Jaquelina Graciela Diaz que está empeñada en cumplir la última voluntad de su padre y para ello espera que la funcionaria, que también es hija de un héroe de Malvinas, la ayude a concretar este deseo.
Antes de morir, Carlos Diaz -el papá de la jovencita- pidió que sus cenizas fueran depositadas en el cementerio de Darwin, en las Malvinas, junto a los soldados con quienes combatió en la guerra de 1982.
Jaquelina Diaz desconoce si esto es posible por lo que anhela poder entregarle a Villarruel una carta donde relata el gran deseo de su padre fallecido el 11 de septiembre de 2019.
Nuestro diario tuvo acceso a la misiva en la que la jovencita realiza este pedido especial en nombre de sus hermanos y mamá. La carta dice: "Sé que está muy ocupada, no sé cuándo leerá esto. De antemano me disculpo por el atrevimiento de escribir, pero como está la situación y no todos tenemos los medios, de todo corazón y con lágrimas en los ojos pido ayuda para que por su intermedio pueda cumplir la última voluntad de mi papá. Antes de que sus ojos se cerraran nos pidió que luego de unos años sea llevado a Malvinas. Si usted pudiera ayudar le estaremos eternamente agradecidos".
El héroe jujeño
Carlos Díaz nació en San Salvador de Jujuy el 18 de agosto de 1954 y falleció el 11 de septiembre de 2019. De su matrimonio con la platense Mirta Cristina Rodríguez, nacieron sus hijos Jaquelina Graciela, Gladys Paola y Carlos Guillermo.
Realizó sus estudios primarios en la Escuela "Juanita Stevens" y los secundarios en la Escuela de Educación Técnica 1 "Escolástico Zegada", ambas de la capital provincial. En 1970 ingresó al Ejército Argentino, haciendo carrera en el Regimiento de Infantería 7 de La Plata, unidad con la que combatió en Malvinas. Tras cumplir 35 años de servicios en el Ejército se retiró en 2004.
En el libro de mi autoría, "Malvinas en primera persona", Diaz relató pormenores de su actuación en el conflicto bélico con Gran Bretaña en 1982. Su unidad fue la que "tuvo el mayor número de bajas" en el Combate de Monte Longdon, acaecido entre el 11 y 12 de junio de 1982 y que concluyó con la ocupación británica de Puerto Argentino.
"Voy a Malvinas el 14 de abril de 1982. Partí teniendo 27 años, siendo sargento primero, teniendo una señora esposa y tres hijos, llegando el 16 de abril a Puerto Argentino", destacó en aquel momento.
En el relato que transcribo a continuación Carlos Diaz describe un momento crucial en las islas. "El 27 de mayo, las papas quemaban, necesitaban gente en el frente, cuando me dan un grupo de nueve soldados que vayan conmigo. Fuimos al costado izquierdo de Monte Longdon, uno de los combates más cruentos. Como soy infante, nunca me gustó la oficina, y cuando me mandaron me sentí orgulloso, pero me costaba coordinar con los soldados porque era un grupo sin formación previa, hasta que nos adaptamos y fuimos al frente".
Luego siguió la ocupación del enemigo y la capitulación de las fuerzas argentinas -el 14 de junio de 1982- que significó el cambio de estatus de Diaz y sus hombres que pasaron a ser prisioneros de guerra.