A través de un reporte del Sistema Nacional de Información Criminal, del Ministerio de Seguridad de la Nación se informó que en 2023, Argentina registró el número más alto de suicidios de los últimos diez años.
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A través de un reporte del Sistema Nacional de Información Criminal, del Ministerio de Seguridad de la Nación se informó que en 2023, Argentina registró el número más alto de suicidios de los últimos diez años.
El informe detalla que se produjeron 4.195 suicidios, un 6% más que en 2022 cuando se registraron 3.955. Esta tendencia se sintió fuertemente en Jujuy, donde la cifra aumentó un 22%, dado que los eventos aumentaron de 50 a 61 en doce meses elevando la tasa a 8,4 personas cada cien mil habitantes.
Y haciendo un análisis de la situación de las provincias que integran la región NOA, Tucumán, con el 31%, presenta el mayor incremento en la cantidad de suicidios. Pasó de 156 a 205 eventos en un año, alcanzando una tasa de 12,8.
Segundo fue Jujuy, tercero Catamarca con una suba del 11% y una tasa del 14,3, el cuarto fue para La Rioja con un incremento del 3,8% y una tasa de 14,4 y por último Santiago del Estero, con un porcentaje de crecimiento que fue del 1,5% y una tasa de 14,2.
Salta, por su parte, fue la única provincia de la región que registró una reducción del 11% en los suicidios, bajando su tasa a 13,7 personas por cada cien mil habitantes. Y, en líneas generales, el informe destaca que la tasa nacional aumentó a 9,8, siendo también la cifra más alta desde el año 2014.
Al respecto, y a menos de un mes de conmemorarse el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, Mario Vanzini, vicepresidente de la ong "Escenarios Saludables" -que se dedica a la formación comunitaria en prevención del suicidio y la comunicación del tema- analizó la situación actual y compartió información sobre qué hacer si estamos ante una persona con ideación suicida.
"A través de nuestro trabajo cotidiano ya intuíamos que después de la pandemia la fragilidad en salud mental se vería extremadamente aumentada y en la actualidad vemos que los servicios de salud mental que dependen de los Gobiernos municipales, provinciales y el nacional -salvando excepciones- no han respondido según la demanda y en muchos casos están muy desorganizados", contextualizó el especialista ratificando las alarmantes cifras del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Y graficó la gravedad de la situación a través de un ejemplo de la vida cotidiana. "Hay personas que van a pedir turno con un psiquiatra y se lo dan para dentro de tres meses. íPara una persona con crisis de ideación suicida tres meses es una vida!", exclamó al tiempo que se cuestionó "¿Por qué a una persona que llega a la guardia con infarto lo atienden inmediatamente y a una persona con una crisis de este tipo lo derivan para tres meses después, si en ambos casos está en riesgo la vida?".
Si los servicios de salud resultan deficitarios o si están fuera del alcance de la persona con ideación suicida, por el motivo que sea, "el apoyo comunitario es fundamental para evitar un suicidio" por eso la ong se rige por el principio: "El suicidio se puede prevenir, todos podemos hacer algo", y se dedica a ofrecer información y a desmitificar el tema porque poco se habla de él por miedo a repercusiones negativas -como se creía antes-, pero resulta todo lo contrario.
Por eso brindan charlas a jóvenes y en ellas hablamos directamente del tema. "No obviamos la palabra suicidio en ningún momento porque los pibes lo hablan" y "evitar la temática en los medios de comunicación es un antiguo error, por el contrario, hay que hablar del tema con todas las palabras y enfrentarlo como a todo problema humano porque lo que no se habla se transforma en un problema", advirtió.
Volviendo al rol clave que tiene la comunidad frente a esta problemática aclaró que, pensar en qué se puede hacer, no significa saber qué decir sino saber cómo estar con el otro. "Cuando una persona expresa que se quiere matar no se le puede decir 'no lo hagas porque la vida es linda', la vida es linda para esa persona, pero para él no. Tampoco se le puedo decir 'pensá en tu familia' porque la persona que está pensando en el suicidio está convencida que la familia va a sufrir menos si está muerto".
Y partiendo de la base que "la persona que piensa en suicidio lo que quiere no es dejar de vivir, sino que quiere dejar de sufrir, entonces lo hay que hacer es tomar la actitud que uno esperaría que otros tengan conmigo si yo estaría en un momento de dolor. Por ejemplo, me gustaría que me escucharan, que me acompañaran y estuvieran conmigo, que me sostuvieran, me dieran ánimo y me comprendieran y principalmente que no me juzguen". Por eso, resulta acertado decir: "Yo no tengo la solución para tus problemas, pero podés contar conmigo", concluyó, tras hacer referencia a un principio que desde la antigüedad se conoce como la Regla de Oro y que está en el evangelio y en todas las religiones del mundo y dice: "Trata a los demás como te gusta que te traten".
Según la estadística nacional, en coincidencia de la mundial, los dos rangos etarios que históricamente son los más frágiles son los jóvenes de 15 a 29 años y los mayores de 60, dijo Vanzini al tiempo que detalló que es en los jóvenes donde se dan las situaciones más críticas porque tanto en el mundo como en la Argentina el suicidio es la segunda causa de muerte después de los accidentes viales, muchos de las cuales -advirtió- "son suicidios encubiertos" ya que "una de las formas que los pibes tienen para perder la vida es pegarse un palo con el auto o con la moto tras haberse alcoholizado. Pero estas muertes en las estadísticas quedan registradas como accidentes viales", comentó.
Respecto a los mayores de 60 años indicó que según las estadísticas, dependen mucho de las crisis sociales. "Ha habido épocas en las que hubo una mejoría en cuanto a la atención de los ancianos y las respuestas del Pami, y fue en ese momento en que bajaron los índices de suicidio. Pero hoy por hoy, una persona que necesita medicación y no la puede comprar y está sufriendo dolores continuos, es una situación muy difícil de sobrellevar".
Multicausalidad y ludopatía
Volviendo a los jóvenes, destacó la importancia de no identificar los suicidios con una causa puntual, porque el suicidio es multicausal. Es decir, es la suma de situaciones que pueden detonar como consecuencia de una en particular que hace de disparador. Por ejemplo, “últimamente hay chicos que se endeudan por los juegos online y optan por el suicidio, pero generalmente no lo hacen solo por eso, sino que fue el detonante de una lista de cosas, porque nadie tiene una adicción a nada si no necesita llenar un vacío existencial”, explicó.
Además del juego online, entre los más antiguos, indicó que los factores de riesgo más frecuentes son las situaciones de violencia familiar, de abuso sexual, de maltrato, abandono, etc. que quedan residualmente en la conciencia de la persona y que, si no han sanado, a eso se le van sumando cosas y el detonante puede ser algo tan simple como rendir mal un examen.
No se ve celeridad
Respecto a la ludopatía, destacó que en los últimos meses hubo muchas decisiones gubernamentales de los municipios y de provincias para poner límites al acceso al juego online. Se prohibió el uso de teléfonos celulares en las escuelas secundarias y hay lugares en los que se inhibe el acceso a determinadas páginas. “Notamos que ante un problema nuevo se ha reaccionado bastante rápido, sin embargo, para el suicidio no se ve esa celeridad. Es que en la ludopatía hay dinero y ahí se juegan un negocio entre las apuestas legales e ilegales, pero el suicidio les importa menos a las autoridades”, lamentó. Pese a todo, destacó que en los últimos dos años se habla más sobre el suicidio, pero sin embargo sigue sin ver respuestas generales como el 0800999 0091 para urgencias en salud mental, que está vigente las 24 horas del día los 365 días del año.