La Fundación Banco de Bosques adquirió 24.000 hectáreas (has) de Yungas jujeñas para donarla al Estado y que se conviertan en áreas protegidas. Con un proyecto denominado "Las Lauras", ubicado al lado del Parque Nacional El Rey de Salta, se busca proteger el bosque, biodiversidad, promover actividades sostenibles, educación ambiental e investigación científica.
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La Fundación Banco de Bosques adquirió 24.000 hectáreas (has) de Yungas jujeñas para donarla al Estado y que se conviertan en áreas protegidas. Con un proyecto denominado "Las Lauras", ubicado al lado del Parque Nacional El Rey de Salta, se busca proteger el bosque, biodiversidad, promover actividades sostenibles, educación ambiental e investigación científica.
"En Jujuy puntualmente identificamos este campo que se llama Las Lauras, está en el límite con Salta pegado al Parque Nacional El Rey; son 24.000 hectáreas que estaban en venta en una inmobiliaria y trabajamos con una empresa alemana para crear un proyecto de generación de crédito carbono y con ese dinero compramos el campo", precisó Darío Rodríguez, el director de campañas de la Fundación Banco de Bosques.
Se trata de una fundación dedicada a proteger bosques en peligro de ser deforestados, que trabaja en todo el país. La organización identifica ciertos lugares que considera que tienen que tener un grado de protección de parque nacional o provincial y compran estos bosques para donarlos al Estado de modo de crear áreas protegidas.
"Buscamos distintas maneras de proteger áreas que son privadas que están en venta, campos que tienen bosques en buen estado de conservación y que en general en el país se venden para hacer cambios de uso de suelo, para desforestación y distintos tipos de producción", explicó.
Anunció que este proyecto prevé unos 40 años de protección en base al estándar que están aplicando, y con ello se protegerá el bosque, su biodiversidad y podrían promover actividades sostenibles, educación ambiental, investigación científica y protección de servicios ambientales para la región.
Luego de haber comprado este campo que escrituraron el 30 de noviembre del año pasado, la idea es empezar la estrategia de conservación, estudiar la biodiversidad del lugar, ver cómo está y qué se puede mejorar. Se pretende una alianza con el Parque Nacional Rey para crear en conjunto un área de protección grande y trabajar con el Ministerio de Ambiente para estudiar cómo impacta el clima allí, cómo mejorar la calidad del agua y los servicios ambientales que provee, sobre todo a San Juan de Dios, la más cercana.
Planteó que una de las principales causas del cambio climático es la deforestación, y explicó que cuando se deforesta un bosque de este tamaño en general no se aprovecha al 100% la madera. "Se pasa topadora, se prende fuego y después recién la tierra está lista para hacer producción. Toda esa quema de biomasa que se concentra en este bosque libera una inyección enorme de gases de efecto invernadero que agravan el planeta global y el cambio climático", detalló.
Con este proyecto buscan evitar la deforestación y emisión de gases. Precisó que es un mecanismo que desarrolló la ONU llamado Redd + por sus siglas en inglés que significa reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques nativos. Están aplicando el estándar internacional que provee la organización sin fines de lucro Verra, que ofrece programas de certificación como el programa Verified Carbón Standard (VCS) y el Climate, Community & Biodiversity Standard (Ccbs). VCS, el estándar más aceptado a nivel mundial en crédito carbono, y el Ccbs mide el impacto positivo del proyecto en la comunidad local, en la biodiversidad y en el clima.
El programa VCS promueve la financiación de actividades que reducen y eliminan emisiones de gases de efecto invernadero. Los proyectos VCS han reducido y eliminado casi mil millones de toneladas de CO2 a nivel mundial y otras emisiones de GEI de la atmósfera. Dijo que esto está alineado con su estrategia de conservación y el proyecto carbono es una herramienta más que encontraron para financiar la compra de bosques y posterior donación al Estado nacional y provincial para crear un área protegida.
"Compramos 5.000 hectáreas en Santa Cruz que fueron donadas al Parque Nacional Los Glaciares, tres campos en Misiones que fueron donados a parques provinciales de allá; estamos trabajando muy fuerte ahora en Entre Ríos con la compra de tres islas en donde se va a quedar un parque provincial. Y nuestro más grande hito hasta ahora fue haber trabajado y recabado los fondos para la compra del Parque Nacional El Impenetrable en Chaco", precisó.
Hay potencial para el turismo
“Más allá de la parte ambiental global, está muy claro que los bosques nativos por ejemplo, prestan servicios ecosistémicos que benefician la economía regional. Cuando estás en un bosque de estos tamaños, todos los campos que tienen alrededor se ven afectados en la producción en el mediano y largo plazo, sobre todo por el régimen de lluvias. Hay menos lluvias, más concentradas, arrastre de suelo, y en el mediano plazo, la economía se ve muy afectada, la pobreza viene enseguida”, explicó Rodríguez.
Sostuvo que se busca generar economías con el bosque en pie. “No estamos en contra del avance de la producción, sino que buscamos una solución a largo plazo”, agregó. Para delinear el proyecto durante tres años, trabajaron en un relevamiento de la biodiversidad del lugar, de la comunidad local, mediante un montón de entrevistas a los actores locales comunicándolo con los vecinos y las autoridades locales y nacionales. Hicieron varias reuniones en la comunidad de San Juan de Dios cercana al lugar y con el gobernador Carlos Sadir para contarle el proyecto.
Precisó que la comunidad más cercana es San Juan de Dios, que es pequeña, vive de trabajos rurales y esperan trabajar en educación ambiental en su escuela, y otras acciones que dependerán de lo que apunte la Provincia o la Nación. Consideró que hay un gran potencial en turismo para visitar la selva de Yungas, debido a que hay un circuito de la Quebrada de Humahuaca a Cafayate, y sumarla significaría un desvío de dos horas, que permitiría generar mucho empleo local. Planteó que el Parque Nacional el Rey casi no es visitado porque el acceso es malo y esto cambiaría con un acceso más fácil para llegar en auto desde el aeropuerto de Jujuy, a una hora y media o dos.
Recordó que las Yungas históricamente fue bien conservada, pero el crecimiento de la soja y ganadería se fue moviendo, aclaró que la idea no es prohibir sino complementar áreas que son de producción y de conservación. Destacó la importancia de esta recuperación de 24.000 hectáreas, un área que representa un 25% más grande que toda la ciudad de Buenos Aires.
