La vida y la muerte entrelazadas en un día. Ayer el rito de acercarse a las tumbas, sentarse en medio, limpiarlas, rezar, comer y compartir anécdotas sobre ese ser querido que ya no está se reprodujo en cada rincón de los camposantos jujeños.
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La vida y la muerte entrelazadas en un día. Ayer el rito de acercarse a las tumbas, sentarse en medio, limpiarlas, rezar, comer y compartir anécdotas sobre ese ser querido que ya no está se reprodujo en cada rincón de los camposantos jujeños.
El perfil más popular y numeroso en San Salvador de Jujuy se palpó como siempre en el cementerio del Rosario, donde la expresión de cariño hacia los fieles difuntos estuvo precedida por un largo corredor de vendedores ubicados sobre la avenida 9 de Julio y Rivadavia. Esta vez a las flores, coronas, velas, comidas y bebidas se sumaron los globos metalizados que a $3.000 están presentes en todos los eventos.
Dentro de la necrópolis, una multitud se concentró como cada 2 de noviembre para que la tradición de dedicarles plena atención no se pierda. Hubo quienes también participaron de la misa.
La familia del tilcareño Dardo Isidoro Martínez, fallecido hace 5 años, recordó que era muy divertido y solidario, al ser chofer del Concejo Deliberante capitalino tenía mucho contacto con autoridades y políticos.
Un poco más allá, la esposa, algunos de los hijos, nietos y bisnietos de Julián González sonrieron al describirlo como un gran fanático del fútbol, habiendo sido dirigente y director técnico del Club Luján. Hace 8 años murió pero todos siguen unidos, tal como él lo quiso.
Mucho amor recibía también la sepultura de Juana María Solano, una abrapampeña que crió a sus tres hijos realizando trabajo doméstico hasta que hace 31 años no pudo superar una peritonitis. Aunque los recuerdos ya sean difusos, la ternura con que limpiaban y ornamentaban la cruz hablaba de mucho agradecimiento.
Las rondas de mates, charlas y música en la tórrida jornada apenas se vieron interrumpidas o tomaron un ritmo más acelerado con los negros nubarrones y el viento que comenzó a correr ya cerca de la hora de cierre; y un fuerte chaparrón.