El municipio tilcareño inició anteayer la limpieza total de la cisterna a través de la cual, la comunidad de Huichaira se provee del agua necesaria para consumo propio y destina para el riego y la producción ganadera. En estos días de extremo calor les resulta sumamente vital disponer de ella.
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El municipio tilcareño inició anteayer la limpieza total de la cisterna a través de la cual, la comunidad de Huichaira se provee del agua necesaria para consumo propio y destina para el riego y la producción ganadera. En estos días de extremo calor les resulta sumamente vital disponer de ella.
Precisamente el pasado sábado, la intendente Sonia Pérez, junto a su secretario de Obras y Servicios Públicos, Román Gregorio se trasladaron hasta la zona denominada Agua amarilla, donde en 2011 las familias de ese sector hicieron la cisterna donde acumulan el líquido que posteriormente mediante tuberías distribuyen a los domicilios.
Junto a Rosaura Quispe, presidenta de la Junta de regantes y vecinos de la comunidad, observaron el trabajo que comenzó a ejecutarse, mediante una maquinaria pesada (retropala) que el municipio dispone a través de un convenio firmado con la Secretaría de Coordinación de Agencias de Desarrollo del Ministerio de Desarrollo Económico y Producción de la Provincia.
La exigente tarea por la gran cantidad de material depositado en la misma debido a la permanente circulación del agua y en particular las crecidas del río Pocoyo (de donde se extrae el líquido) que arrastra grandes cantidades en temporada estival, se prolongaría hasta mañana.
Pérez pudo constatar la tarea efectuada, tras dialogar con vecinos de la comunidad quienes les agradecieron el inicio de la limpieza reafirmando a la vez, la colaboración asumida para avanzar con la obra y de manera conjunta dar respuestas a las necesidades expresadas.
Agua amarilla está a unos 8 kilómetros aproximadamente donde reside la mayor cantidad de las 35 familias que se dedican a la actividad productiva y ganadera, es allí donde se produce la captación del agua y su almacenamiento para luego su distribución.
Los vecinos afirman que el líquido es apto para el consumo sin ningún tipo de tratamiento previo, debido a la pureza que posee ya que desciende de las zonas altas libre de contaminantes.
"Hasta ahora no se registró ninguna situación que afecte a la salud y donde el agua esté involucrada", afirmó Quispe, como también don Benancio Quispe, quien se acercó hasta la zona donde está la cisterna para observar el trabajo de limpieza.
La comunidad anualmente recurre al municipio para acondicionar la cisterna, que en estos días está prácticamente colmada de material grueso y fino (lodo y arenilla) que tapan las tuberías por donde el agua se transporta hasta los domicilios.
Esta situación obliga a los pobladores recoger directamente del lecho del río el agua que se desplaza en escasa cantidad (hasta la zona poblada llega la tres cuartas partes del volumen total), lo cual es insuficiente para su uso cotidiano y atender su producción ganadera y agrícola (maíz, papa, haba, frutas y varias especies de flores).
La comunidad con muy buena predisposición se ofreció colaborar con el municipio para avanzar en el menor tiempo posible con los trabajos y posibilitar acumular y habilitar la circulación del líquido; además no sólo está pendiente del operador de la retropala a quien le acerca el almuerzo, sino también se ocupa de su traslado hasta Agua amarilla donde ejecuta su labor, e informar al municipio de alguna necesidad.
