MARÍA E. MONTERO
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MARÍA E. MONTERO
Hace unos años -ya unos cuantos, largos- su nombre sonaba mucho y de la mejor manera como arreglador, músico acompañante, productor, y en cada mención de los artistas que lo convocaban, se destacaba que se trataba de un músico excepcional de grande proyecciones.
"Alegrito ha 'i ser" significa que quiere con su disco provocar alegría en la gente, como le inculcó su abuela.
Hoy, Miguel Vilca, charanguista, productor, arreglador, compositor, cesionista, tiene 33 años, y un largo e intenso recorrido en pos de una música que lo apasiona, y un instrumento que lo atrapa y lo motiva.
Pareciera que fue ayer cuando comenzó a incursionar en los Talleres Libres de Purmamarca, donde su primer maestro de charango fue Severo Guarita. Pero lo cierto es que, en este tiempo desde aquellos, sus 11 añitos, pasó por el Conservatorio provincial de Música y el Profesorado de Música en Jujuy. Esto completaba su formación autodidacta, y luego el entusiasmo y la sed de crecimiento en lo que hacía, lo llevó primero a Bolivia, donde vivió algunos años, buscando herramientas para engrandecer su arte con el charango. Bolivia le dio muchos conocimientos, experiencias, premios e incentivos (entre otros, recibió el Charango de Oro del Festival Internacional de Aiquile).
Luego, de vuelta a su país, eligió estudiar la licenciatura en Folclore en Buenos Aires (le quedan dos materias), y ya está cursando también la licenciatura en Composición. Vive en Buenos Aires hace cuatro años y el año pasado convenció a otro gran músico joven jujeño, Manu Estrada (guitarrista y cantautor, que estaba viviendo en Tilcara), a que se fuera con él. Juntos se potencian, en sus rumbos solistas, y también en formato trío, formación que se completa con el percusionista rionegrino Agustín Galván, quien también vive en Buenos Aires.
Lo cierto es que se encuentra viviendo un momento de mucho trabajo para sí y para otros. Terminando su primer disco solista, que saldrá en los próximos meses, estuvo en Jujuy en agosto para hacer una presentación en el Teatro El Pasillo, donde anticipó algo de este trabajo.
También fue parte de la presentación del documental de Mónica Pacheco "Orfebre del tiempo", puesto que fue parte de esa producción en la banda musical y en la producción musical del filme.
Se fue luego a Ushuaia, para la presentación de un disco que produjo, y de regreso por Buenos Aires, y alguna tocada más, volvió a armar su bolso, para volver a Jujuy. Es que no podía perderse la presentación del primer disco de Pacheco, cantante que respeta muchísimo; eso fue el 6 de este mes.
Su disco
El disco que Miguel grabó y que está terminando de producir para sacarlo a la luz, se titula "Alegrito ha 'i ser", contiene diez temas propios, y es exclusivamente instrumental.
Es el primer trabajo en el que su charango es el protagonista. "Este disco tiene que ver con el colaborarse y apoyarse en el proceso, entre los músicos", dice un poco también aludiendo a su "sociedad" con Manu Estrada, "hacerlo solo es muy complejo, y poder reunir un equipo y sostenerlo en el tiempo, es muy valioso", dice en conversación con El Tribuno de Jujuy. "Yo he tocado con un montón de artistas, casi con todos en Jujuy, (entre ellos vale mencionar a Joaquín López, Noelia Gareca, Becho Ribeiro, Fava Kindgard, etc.) yo siempre ocupé el lugar de acompañamiento, producción musical o de arreglos", cuenta. "Está buenísimo porque es un lugar que me gusta, me gusta acompañar el proceso creativo de tantos amigos, porque el universo creativo es personal, pero hay una parte que tiene que traducirse en algo concreto y eso se plasma en el disco", explica.
Y muy entusiasmado continuó: "Y ahora lo hice con mi música, porque yo venía componiendo y quería llegar a grabar mi disco cuando tuviera las composiciones, y cuando sintiera que tenía algo que decir. Y por fin ocurrió. Ahora tengo mi proyecto solista, vengo tocando hace casi un año, acompañado por Manu en guitarra y Agustín en la percusión".
El disco está integrado por todas composiciones que nacen a partir del charango. "Uno siempre observa la música como un todo, como una disciplina humana mucho más amplia, pero uno hace foco en algo, y en mi caso, ese algo es el charango y la cultura andina", por eso este tiempo lo encuentra tocando ritmos "no sólo de nuestra provincia, sino de toda mi vida", dice. "Yo viví en Bolivia, y aprendí muchas músicas allá", asegura.
"Cuando empecé a componer naturalmente salieron bailecitos, carnavalitos, huaynos, caporales, músicas que me atraviesan. Ahora todo eso se condensa en este disco que voy a sacar", comenta.
Sobre el nombre del disco dice: "'Alegrito ha 'i ser o no ha 'i ser' es algo que decía mi abuela, sobre que lo que hagas tiene que hacerte bien a vos y a los demás. En esa frase, yo encuentro una actitud que tenemos ante la vida: Todo hay que hacerlo con la mejor predisposición.
Y cuando dije voy a grabar un disco, me pregunté para qué lo hacía, y claramente es para que le haga bien a alguien. La alegría siempre ha sido una de las grandes resistencias sociales".
La primera presentación será en Buenos Aires, y luego la idea es continuar en Jujuy.
Grandes aspiraciones
Dice que su sueño es componer para orquestas, y entonces, sigue caminando por los rumbos musicales y por los lugares donde el charango es semilla en crecimiento.
"Uno hace las cosas no por el tiempo presente, sino por lo que va a quedar y por lo que se está construyendo", dice y sorprende con un concepto muy profundo, sobre todo en un artista joven, porque suena al de un artista que ya ha llegado a la cima o a los últimos tramos de su vida.
Sobre cómo se predispone para tocar como solista o como acompañante, expresa: "Yo creo que la música es un diálogo entre quienes están haciendo música en ese momento, y quien la escucha. En ese diálogo nadie tiene que ser más, ese diálogo tiene un eje central. Es valioso cuidar ese diálogo. Siempre tuve el cuidado de no decir ni de más, ni de menos de lo que había que decir".