Son los artistas que interpretan a las estatuas y quien hizo la música original, en la obra teatral “Lola Mora, una pasión”, estrenada recientemente, y que este fin de semana, se repone con dos funciones. Este jueves y el sábado, a las 21, en el Centro Cultural “Éxodo Jujeño” (Bahía Blanca esquina Presidente Perón, barrio Coronel Arias), se podrá disfrutar nuevamente de esta puesta.
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Son los artistas que interpretan a las estatuas y quien hizo la música original, en la obra teatral “Lola Mora, una pasión”, estrenada recientemente, y que este fin de semana, se repone con dos funciones. Este jueves y el sábado, a las 21, en el Centro Cultural “Éxodo Jujeño” (Bahía Blanca esquina Presidente Perón, barrio Coronel Arias), se podrá disfrutar nuevamente de esta puesta.
Escrita y dirigida por Alejandro Carrizo, cuenta con la actuación protagónica en el papel de Lola Mora, de Cecilia Calvó. Completan el elenco, las estatuas, interpretadas por Gisela y Victoria , más la música original de Ismael Jordá. Hablamos con estos tres artistas que son parte del sostén de una propuesta diferente.
¿Cómo se sintieron con las funciones de estreno y la segunda en el Teatro Mitre?
GISELA TABACMAN: Fueron días de disfrute principalmente, y eso es súper importante. Nos quedamos muy contentos con los resultados. Fue lindo poder mostrar el trabajo de tantos meses, y todo lo que se orquestó desde las distintas áreas, la actuación, la música, la dirección, la puesta en escena con la escenografía y el vestuario. Fue lindo ver el trabajo materializado el día del estreno y la segunda función. Ambas salieron distintas pero cada función tuvo lo suyo.
VICTORIA GALENO: A las dos funciones entré con nervios, propios de un estreno, y de cada vez que salgo a un escenario... y en las dos terminé muy feliz. Me sentí súper acompañada y guiada por todo el equipo para llegar bien a ese día.
Hubo mucho compromiso y compañerismo en el proceso, creo que ese es el motivo principal de sentir que hay un resultado que está bueno, que me pone contenta, y me da ganas de hacer más funciones.
ISMAEL JORDÁ. Yo sentí que las dos funciones fueron muy diferentes. El elenco es excepcional. Disfrutar de una obra de Alejandro Carrizo es muy valioso. Todo el texto tiene muchísimo contenido. Yo tuve la suerte de estar en primera fila con mi hija, así que para mí fue muy emocionante escuchar mi música en vivo con público.
¿Cuál es la relación personal de cada uno de ustedes con el personaje de Lola Mora? ¿Qué les generó este trabajo a nivel personal y a nivel profesional?
GISELA: Yo no conocía tanto la obra de Lola Mora hasta empezar a participar de esta obra. Sí conocía quien era, lo que hacía, pero quizás no había profundizado tanto en el marco, en el contexto socio histórico en el que transcurre subida, su obra y su muerte. Eso implicó que haya que acercarse más a ella, a su historia, aprender y desaprender, porque la obra apunta de alguna manera a hacer una interpretación literaria de Lola Mora y no necesariamente biográfica.
Con esa información, entendiendo lo difícil que se le hizo tener este lugar de mujer artista, en esa época, el reconocimiento, los escándalos por los desnudos de sus esculturas, etc. Hace que nos interpelemos a nivel personal y profesional, situaciones que hacen que, en el personaje, también se vayan despertando empatías. Somos un elenco de mujeres y a todas nos ha pasado en algún momento, el no ser reconocidas, valoradas, sobre todo quienes trabajamos en disciplinas artísticas. Esto hace que la versión que mostramos de Lola Mora, tenga sus incidencias en la interpretación por supuesto, pero a nivel personal también. A mí me hace pensar que pasaron cien años de esta historia, y hoy seguimos luchando por cosas similares.
VICTORIA: No la conocía mucho a Lola Mora, más allá de las esculturas tremendas que veía, la de Los Leones y las de la Casa de Gobierno, así que la obra fue una oportunidad para conocer su historia. Hoy la admiro y quiero saber más de ella.
Es un re desafío, personal y laboralmente. Es un proyecto importante que para mí requiere mucho compromiso.
ISMAEL: Cecilia Calvó interpreta de una manera magnifica a Lola Mora y me hace sentir que estamos viendo por una ventana hacia el pasado, y podemos presenciar un momento que quizás nunca pasó, pero podría haber pasado en la historia de Lola Mora. Mi relación con ella es la misma de cualquier espectador, aunque yo haya participado en la música de la obra y haya presenciado ensayos.
A nivel personal, para mí fue un desafío creativo, lo tomé con mucho compromiso por su magnitud. Iba a ser presenciado por mucha gente, y había que ajustarse a la altura de las circunstancias. Profesionalmente también fue un desafío muy importante, y creo que pude satisfacer las demandas del elenco y de su autor y director.
¿Cómo se puede definir el aporte de cada una de ustedes, en esta producción?
GISELA: No hubo una técnica en particular para interpretar a las estatuas, sino que fue un trabajo más integral del movimiento, un poco de danza, de expresión corporal, actuación, etc. Dependía mucho del momento de la obra, porque hay distintos tipos de interacciones de Lola con las estatuas, y algunas son más pequeñas, más gestuales, otras involucran la palabra con una participación más notorias, evocando recuerdos de Lola que son personificados por las estatuas. Va variando de acuerdo a lo que va sucediendo durante la obra. Fue un desafío reunir todos esos recursos.
VICTORIA: Principalmente mi aporte es desde la danza. Interpreto a la estatua y la voy construyendo, primero desde un lugar más técnico, desde la conciencia corporal y del tono muscular, la calidad y cualidad de los movimientos, la respiración para sostener la quietud... Acá hay un gran laburo con Carla Quiroga, que está en la parte coreográfica, y Ana Revollo en la parte vocal. Después, el lado más interpretativo, de las emociones y el de sentir verdaderamente que soy una estatua de Lola Mora, una creación única de ella, soy su hija de alguna manera, va apareciendo en relación a lo que va contando ella en la obra, me dejo afectar por sus estados de ánimo, me apoyo mucho en sus textos y los climas que ella construye.
¿Y en tu caso Ismael?, teniendo en cuenta que fuiste convocado especialmente para hacer la música original.
ISMAEL: Recibí el visto bueno y las felicitaciones de parte de Alejandro y del elenco, y después del estreno de mucha gente que la vio. Creo que es el resto de la gente la que pueda decir, cuál fue mi verdadero aporte a la obra.
Cuando me convocaron me di cuenta que iba a ser un desafío creativo para mí, porque era mi primera vez, componiendo música para una obra de teatro, y era entrando por una alfombra roja y por la puerta grande, porque me estaba convocando nada menos que Alejandro Carrizo y se iba a estrenar en el Teatro Mitre.
Sigo con vos Ismael, ¿Cómo trabajaste esta creación? ¿compusiste solo, tuviste que compartir con el elenco, fue a partir de ver la obra, del guión?
ISMAEL: Compuse la música para un trío, piano, violín y contrabajo. Hay un total de seis piezas instrumentales, y una canción que va acompañada sólo por piano cantada por Lola Mora (Cecilia Calvó). A partir del guión, en primer lugar, y de charlas que tuve con Alejandro, comencé a tomar apuntes de algunas ideas y construir una base. Luego presencié también los primeros ensayos, que eran fragmentos de algunas escenas, que estaban salteadas. Creativamente, fue muy difícil al comienzo.
Hay un hilo conductor, que es el leimotiv, en el violín principalmente, y otro en el piano. El violín desde mi punto de vista es Lola Mora, o, mejor dicho, ella habla desde el violín, cada vez que suena la música.
Es la primera vez que compongo música para una obra de teatro, sin embargo, antes había hecho para cortometrajes, algunos se pueden ver en Youtube. Tengo estudios académicos que me posibilitan hacer este tipo de música, y la verdad que me siento muy orgulloso de haber sido convocado por uno de los escritores más importantes de Jujuy, y que al mismo tiempo sea un grupo de trabajo, cien por ciento jujeño.
Los músicos que grabaron la música que compuse son Leandro Batallanos en piano, Matías Zigarán en violín, y Rafael Assef en samples.
En mi cuenta de Instagram, estoy subiendo un storytelling, de cómo compuse la música para la obra. Hasta ahora van dos partes, y recientemente subió toda la música con sus partituras y videos en Youtube.
Gisela y Victoria ¿Qué sienten que le aportan las estatuas estéticamente a esta puesta?
GISELA: El desafío de este papel, fue entender a la obra de Lola Mora desde otro lugar, porque, a fin de cuentas, había que poner el cuerpo para interpretarla. Eso no significaba que el cuerpo esculpido en mármol, ahora se presentara como un cuerpo vivo en escena, sino que se trataba de entender la obra más allá del cuerpo, como algo mucho más complejo, más rico, que trascendía a la obra material. Esto generó que se le diera un sentido muy particular a la participación de las estatuas en la obra, porque no se presentan como algo accesorio, no son decorado, sino que son parte de la artista, interactúan, bailan con ella. Es el universo poético que vive en la mente y en la vida de Lola. Eso me parece que hizo una diferencia, entender que no se trataba de interpretar a "La Libertad", "El Trabajo", o "El progreso", sino que su obra trasciende al objeto escultura.
Para mi trabajar en este tipo de papeles, es diferente, porque yo vengo de la danza, en donde en las obras hay ciertas pautas de interpretación, vinculadas a una narrativa, un hilo conductor, una trama, en este caso hay algo que es del teatro solamente, que es el uso de la voz. Estar en esa obra fue un aprendizaje enorme. Esto a mí, me deja una herramienta nueva para trabajar, y que me abre una puerta a la danza teatro, que es un terreno muy hermoso para explorar.
VICTORIA: Para mí, dentro de esta versión de Lola, las estatuas son un apoyo fundamental para contar el momento que se está mostrando. son sus últimas horas de vida, es un momento muy dramático, donde me parece que las estatuas le aportan mucha ternura, alegría en un momento tan fuerte, y también una materialidad a sus pensamientos que potencian y acompañan lo que va contando. Otra cosa que creo, y creo que todo el equipo coincide, es que es muy potente la imagen de tres mujeres en el escenario, en relación al texto que escribió Alejandro, donde originalmente era una estatua mujer y una estatua varón (idea original que se vio en el estreno), hay como un cuadro que se completa de otra manera y toma otra significancia.
¿Cómo se sintieron con la obra terminada?
GISELA: Entre todos completamos la experiencia estética de la obra, y siento que no sobra ni falta nada.