25 de Junio,  Jujuy, Argentina
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David Gudiño pone todo su ser en esta creación

Se presentó con tres funciones en Jujuy, “El David Marrón”, para hablar de racismo e identidad marrón. El actor y autor logra llevar la vida a escena, transformarla en obra de arte, sanar y hacer reflexionar.
Viernes, 15 de noviembre de 2024 22:41

Poder contar desde una puesta en las tablas, la profundidad de una realidad histórica como es la del racismo, y levantar la bandera del Colectivo Identidad Marrón, es sin dudas un desafío importante. Lo llevó adelante un artista integral, David Gudiño, quien es autor y protagonista de “El David Marrón”, obra que estuvo cinco meses en cartelera en Buenos Aires y que Jujuy tuvo la suerte de recibir con tres funciones en salas diferentes de capital y de Tilcara. Fue en el marco del ciclo Viernes Culturales del Partido Justicialista. La dirección es de Laura Fernández.

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Poder contar desde una puesta en las tablas, la profundidad de una realidad histórica como es la del racismo, y levantar la bandera del Colectivo Identidad Marrón, es sin dudas un desafío importante. Lo llevó adelante un artista integral, David Gudiño, quien es autor y protagonista de “El David Marrón”, obra que estuvo cinco meses en cartelera en Buenos Aires y que Jujuy tuvo la suerte de recibir con tres funciones en salas diferentes de capital y de Tilcara. Fue en el marco del ciclo Viernes Culturales del Partido Justicialista. La dirección es de Laura Fernández.

Es una obra cara para un contenido y una visibilización que el artista busca desde todas sus posibilidades, como artista y como militante, en Youtube y en otras redes. Su lucha está siempre presente, es el director además del corto “La Argentina no es blanca”, y participante en marchas y denuncias sobre racismo. “Identidad Marrón es una agrupación de la sociedad civil que se reúne para pensar y hacer una propuesta de lectura sobre el racismo en la Argentina y Latinoamérica. El racismo consiste en un tratamiento diferencial por tu etnia o ascendencia étnica que te impide acceder a un derecho. Si tenemos que pensar el racismo en la industria del entretenimiento, es en términos de acceso al trabajo. Si vos pensás cuántos segundos aparece un personaje racializado, marrón o indígena en series o películas, es muy poco. Hay una sobrerrepresentación de la blanquitud, pero esa Argentina blanca no existe”, explica Gudiño en una entrevista. Lo cierto es que lo dice no sólo David Gudiño, sino también sus personajes. La obra “El David Marrón” resulta de una creatividad y coherencia tan estudiada, que envuelve al público con la historia de una relación entre un blanco y David, que es marrón y cuenta a lo largo de la puesta cómo es enfrentarse diariamente a la mirada, los prejuicios y la estigmatización, sólo por el color de piel y los rasgos de los pueblos originarios. El blanco que enamora a David y se enamora de él, se llama Juan, y una de las frases que repite el protagonista es que a “Juan siempre le sonríen”.

Él habla con partes de la réplica hecha de yeso, de “El David”, escultura de Miguel Ángel que representa al personaje bíblico que mató a Goliat (el gigante). Esta réplica se encuentra en un museo de la ciudad de Buenos Aires. Esas partes de una escultura rota, son producto de que David reaccionó ante esa obra, que fue testigo de la historia de amor con Juan, por ser quizás el reflejo más fuerte de la primacía de la blanquitud (privilegio de la raza blanca para innumerables derechos y situaciones, laborales, sociales, políticas, etc.). A ese “David” (escultura) de Miguel Ángel, él le cuestiona también sus logros contra Goliat, y deja entrever una necesidad de revisión histórica en general, porque las cosas siempre estuvieron contadas con esta perspectiva racista y desde una sola mirada. El actor, sobre un colchón, interactúa de todas las formas posibles con esa cabeza del David, enorme, que quedó tirada en el museo, a la que le habla de igual a igual.

Esa escultura no es más bella, ni más importante, ni más interesante que David marrón, y entonces se da la anhelada mirada de una sociedad igualitaria, sobre todo con le escena del final, cuando él simula la misma pose de la escultura, completamente desnudo. También es una puesta que abraza el tema de la diversidad sexual, David, el de la obra, es reflejo del David real, el actor salteño que estudió en Buenos Aires, y se quedó allá para trabajar y crear. Es muy rica la experiencia de apreciar una obra en la que las experiencias propias y dolorosas, se llevan a la escena con belleza, con sarcasmo, con humor (negro, a veces), con mucho drama, para no sólo visibilizar, sino para enseñar, sensibilizar, y sumar a esta causa. David Gudiño pone todo su ser en esta creación, como en cada producción artística que lanza con el mismo compromiso.

Su voz, su cuerpo, y en el final, la mimetización con el “David” de Miguel Ángel, deja el mensaje de que todos podemos ser o deberíamos poder ser, eso que hoy todavía está vedado a unos pocos. Es una obra fuerte, que incluye un desnudo total, que utiliza pocos elementos, y se proyecta desde la intimidad del personaje en complicidad con el público. Habla de las “teteras” que son baños públicos utilizados para encuentros sexuales entre miembros de la comunidad Lgbtiq+); del deseo sexual, de la forma en que una pareja blanca ama y esconde a un marrón; de lo que la gente dice que él parece (filipino, peruano, etc.); etc. Rica, completa, dura y bella a la vez, la puesta cuenta con una actuación impecable, y la dirección de una mujer que fue consensuando con el actor, la crudeza o no de las imágenes. El todo, es una propuesta muy bien lograda, que emociona y pone en el tapete la reflexión.

Obra multipremiada

Esta obra comenzó a gestarse en la intención de un gran artista que entendió que debía decir desde su talento y preparación. David empezó a indagar sus raíces indígenas cuando conoció al Colectivo antirracista Identidad Marrón. Su primer trabajo fue el monólogo “Marrón”, que resultó ganador del premio del público en el Festival Voz&Vos. Luego realizó el cortometraje “#ArgentinaNoEsBlanca” que participó del concurso #TikTokShortFilm Cannes 2022, acumulando más de 10 millones de visualizaciones en redes sociales.

Logró popularidad y empezó a recibir comentarios discriminatorios, y los usó para escribir “El David marrón”. Obtuvo por este trabajo el Premio Trinidad Guevara 2023 como Revelación Masculina. Actualmente, Gudiño está nominado a los Premios María Guerrero por Mejor Actuación en Unipersonal. La obra recibió nominaciones en dirección, escenografía y fotografía.

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