En 1940 en su finca San Vicente, don Roberto de Tezanos Pinto sembró por primera vez en suelo jujeño las semillas del tabaco Virginia, iniciando así una actividad que en muy poco tiempo dominaría gran parte de la economía provincial. Los diarios de la época, El Radical, La Provincia y La Opinión, no dan cuenta del acontecimiento, quizás por no apreciar la importancia de lo que allí se gestaba o bien porque la guerra acaparaba la atención de la opinión pública entonces.
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En 1940 en su finca San Vicente, don Roberto de Tezanos Pinto sembró por primera vez en suelo jujeño las semillas del tabaco Virginia, iniciando así una actividad que en muy poco tiempo dominaría gran parte de la economía provincial. Los diarios de la época, El Radical, La Provincia y La Opinión, no dan cuenta del acontecimiento, quizás por no apreciar la importancia de lo que allí se gestaba o bien porque la guerra acaparaba la atención de la opinión pública entonces.
En tanto en 1967 en el Club San Vicente Monterrico, se reúne un grupo de productores tabacaleros convocados por la Cámara Regional de la Producción con el propósito de dejar fundada la Cámara del Tabaco de Jujuy, con el objetivo de defender la producción y las necesidades de sus asociados.
Impacto social
Por todo lo que representa, el tabaco hace un gran aporte a la comunidad desde lo laboral, lo social y lo cultural. Son más de 10 mil las familias que dependen de esta actividad productiva.
Durante los meses que dura el proceso del tabaco, el movimiento productivo y la multiplicación económica en los pueblos es notoria. Esa es una muestra más que elocuente para lo que representa para la sociedad.