Como cada 1 y 2 de noviembre, cientos de jujeños se acercan a los cementerios para rendir homenaje a sus familiares y seres queridos en el día de todos los santos y fieles difuntos.
Con el inicio del mes, muchas familias preparan las tradicionales mesas de ofrendas para los santos y los difuntos. Según la creencia popular, en esta jornada las almas regresan al plano terrenal para reencontrase con sus seres queridos, quienes las esperan con alimentos, bebidas y panes que solían disfrutar en vida.
Además de las ofrendas en los hogares, cientos de jujeños visitan los cementerios para limpiar, adornar y acompañar a quienes descansan en paz. Durante el día también se celebran misas en memoria de los difuntos, en un ambiente de recogimiento y profunda fe.