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20 de Julio,  Jujuy, Argentina
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Proyecto sobre tunas y carmín

Sabado, 19 de noviembre de 2011 20:16

El trabajo de unos adolescentes jujeños denominado “De Tunas y carmín”, premiado en la Feria de Ciencias, vislumbra nuevas oportunidades para llegar a Estados Unidos. El proyecto promueve la producción del insecto “grana cochinilla” que permite producir colorantes naturales, como una iniciativa productiva para comunidades originarias.

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El trabajo de unos adolescentes jujeños denominado “De Tunas y carmín”, premiado en la Feria de Ciencias, vislumbra nuevas oportunidades para llegar a Estados Unidos. El proyecto promueve la producción del insecto “grana cochinilla” que permite producir colorantes naturales, como una iniciativa productiva para comunidades originarias.


Luego de participar y superar las instancias capital y provincial con el primer premio de Feria de Ciencias, recientemente en la instancia nacional, y tras exponer en Tecnópolis, fueron premiados como “trabajo destacado” entre 18 pares de todo el país. Ahora se preparan para participar en la preselección de la Feria Internacional de Ciencias que se llevará a cabo el próximo año en Pittsburgh, Pensilvania, entre seis plazas para el país.


También habían participado del Congreso “Mil milenios de paz” realizado en el Senado de la Nación el pasado 3 de agosto, donde se presentó por primera vez el proyecto, y luego ganaron “la Bandera de la paz”.


“Es un insecto llamado grana cochinilla, y el trabajo parte de una visión comunitaria en donde utilizamos este insecto para producir un colorante, carmín, que es conocido y se utiliza tanto en comidas como en textiles, medicamentos y farmacia”, precisó uno de los referentes del trabajo, Mariano Agostini Ruíz de tercer año de Polimodal del Colegio Santa Teresita, quien junto a Mariana Castillo, realizó el trabajo, orientado por la docente Rosario Leaño. La asesora científica es Patricia Ortín, de la Universidad de Salta, en cuya cámara de cría pudieron conocer el proceso de cría de cochinilla.


Explicó que este insecto, denominado “dactylopius coccus costa” por su nombre científico, sería el eje de la producción en comunidades pequeñas de Jujuy, que se busca promover con el estudio.


En la investigación de campo encontraron que el cultivo de este insecto no está en producción en este país pero en Chile se realizó investigación genética, en Bolivia hubo problemas de plagas, y el foco actual de producción es Perú.


“Nuestro trabajo está orientado a volver a Argentina el foco de producción de este insecto, a la vez de generar fuentes de trabajo dignas para las comunidades originarias, tener fuentes de financiamiento, y que tengan como rédito económico el afianzamiento de las personas a sus propias tierras”, precisó el alumno Mariano Agostini Ruíz.


El insecto en cuestión es una plaga de las cactáceas que naturalmente crece en la provincia de Jujuy. Los alumnos trabajaron con la “Opuntia ficus-indica” con la que normalmente se produce la tuna, una fruta para el comercio externo, a la que se le atribuyen propiedades curativas.


Este parásito de la tuna se lo cultiva en las pencas cortadas, “clarodios” y luego de tres meses, en la etapa de crecimiento se obtienen los insectos maduros como para realizar la cosecha. Para la producción, se necesita una cantidad de cría equivalente a la necesidad, es decir que por cada penca se produce alrededor de 3 o 4 gramos, mientras para producir un buen colorante se necesitan 2 a 3 kilos, que supone de 300 a 400 pencas.
 

Luego se debe realizar el rastrillaje, remover las pencas, y se cosecha a las hembras, se las seca al sol u otro método, se hierve con agua y una base para un tono diferente.

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